¡Muy buen día, tarde o noche tengas hoy, lector! En esta ocasión, te invitamos a descubrir la evolución de los registros geofísicos de pozo, una herramienta fundamental en la exploración del subsuelo. ¡ Acompáñanos en esta fascinante travesía a través del tiempo!
¿Qué son los Registros Geofísicos de Pozo?
De acuerdo con diversos autores, los registros geofísicos de pozo se pueden definir como la representación gráfica de las mediciones de propiedades físicas del subsuelo, a medida que se perfora un pozo, con el objetivo de obtener información sobre las formaciones geológicas. Estas mediciones se clasifican en varias categorías, como se muestra en el siguiente diagrama:
Evolución Histórica
1927: Henri G. Doll, Charles Scheibli y Roger Jost realizaron el primer registro de resistividad en un pozo vertical en Pechelbronn, Francia, utilizando el método de los hermanos Schlumberger.
1928: Se descubrió el efecto del Potencial Espontáneo (SP) cuando los operadores de campo notaron variaciones de voltaje espontáneas al registrar los pozos.
1931: Se introdujo el registro de resistividad lateral, lo que mejoró significativamente la detección de fronteras entre capas.
1932-1934: La introducción de las curvas normales de resistividad, como las de 16" y 64", ayudó a definir con más detalle los límites de las capas geológicas.
1936: El primer registro de pozo en México fue realizado por la compañía Schlumberger en el campo Ébano, ubicado en la Huasteca Potosina.
1938: Se realizó el primer uso de registros acústicos para evaluar la porosidad y determinar la velocidad del sonido en las formaciones.
1941: Se introdujo el registro de neutrones, una técnica clave para medir la porosidad de las formaciones.
1945: En México, comenzaron a utilizarse los registros micro-normal y micro-inversa, herramientas más detalladas para analizar formaciones delgadas.
1948: La corriente alterna comenzó a emplearse para registros en pozos perforados con lodos base aceite, lo que permitió la medición de resistividad en condiciones complicadas.
1949: Se introdujeron los registros microlog y laterolog, que ofrecían mayor resolución en la medición de resistividad.
1951: El registro de rayos gamma-neutrón comenzó a utilizarse para analizar la litología y la porosidad en pozos.
1953: Se introdujo el registro de rayos gamma espectral, que permite la identificación de elementos radiactivos específicos en las formaciones.
1955: Se desarrolló el registro de velocidad acústica, que mide la transitividad de las ondas sonoras para evaluar la compactación y fracturación de las formaciones.
1957: Se desarrolló el registro de desviación y la medición de echados, que mide la inclinación de las capas geológicas.
1960: Se introdujo el registro sónico, que mide la velocidad del sonido a través de las formaciones para obtener información sobre la porosidad y el contenido de fluidos.
Innovaciones en México
1963: Se instalaron las primeras cabinas marinas para la toma de registros geofísicos en México, lo que permitió extender la exploración a ambientes marinos.
1964: El registro de inducción se introdujo en México, proporcionando una medición precisa de la resistividad en formaciones altamente conductivas.
1965: Se introdujo el registro de densidad gamma-gamma, que mide la densidad de las formaciones rocosas mediante la absorción de rayos gamma.
1967: Se empezaron a utilizar registros de producción para monitorear y optimizar la extracción de hidrocarburos.
Avances Recientes
1970: Se realizó el primer uso de registros de imagen en pozos, utilizando dispositivos de telemetría para capturar imágenes de alta resolución del interior del pozo.
1974: La introducción del doble laterolog permitió una mejor discriminación de las formaciones en condiciones de alta resistividad.
1979: La doble inducción se utilizó para mejorar la medición de resistividad en formaciones complejas.
1980: Se desarrollaron registros de elementos neutrones gamma espectrales, permitiendo una mejor identificación y cuantificación de los minerales presentes en las formaciones.
1985: Se introdujeron los registros de imágenes acústicas para la evaluación detallada de la estructura de las formaciones y la identificación de fracturas.
1991: Se puso en operación el primer camión de registros en México, lo que representó un avance en la movilidad y eficiencia en la toma de registros.
1995: Comenzaron a usarse los registros geofísicos digitales, mejorando la precisión y la facilidad de análisis de los datos.
2000: Se desarrollaron registros de imágenes multifásicas, que permiten la evaluación de la composición y el flujo de fluidos dentro de las formaciones.
2010: Se introdujeron registros sísmicos de alta resolución en pozos, mejorando la capacidad de detección de pequeños cambios estructurales y propiedades de las formaciones.
¡Nos vemos el miércoles 21 de agosto! No te pierdas la parte teórica del registro de Potencial Espontáneo (SP), donde profundizaremos en uno de los métodos más usados y su evolución a lo largo del tiempo.
Bibliografía
[1] Telford, W. M., Geldart, L. P., Sheriff, R. E., & Keys, D. A. (1990). Applied Geophysics (2nd Edition). Cambridge University Press.
[2] Schlumberger, C. (1929). The Evolution of Well Logging. Transactions of the American Institute of Mining, Metallurgical, and Petroleum Engineers.
[3] Darling, T. (2005). Well Logging and Formation Evaluation. Gulf Professional Publishing.
[4] Asquith, G. B., & Krygowski, D. (2004). Basic Well Log Analysis (2nd Edition). American Association of Petroleum Geologists.
[5] Rider, M. (1996). The Geological Interpretation of Well Logs. Whittles Publishing.
Publicación realizada por Hiram Arias y Emiliano Flores
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